CAMPAMENTO REGIONAL

Ante la mala experiencia que tuvimos el año anterior, con la gestión de la XIB en las instalaciones de Lloret (por cierto, que el Govern de les Illes Balears no ha enviado un solo turno de campamento este año a Lloret, no sé si debieron hacer caso de nuestras reclamaciones). El caso es que buscábamos una nueva instalación. Así, encontramos "Hipocampo", que nos sorprendió gratamente por sus instalaciones deportivas (campos de fútbol, de tenis, de voley, y sobretodo la preciosa piscina).

Con esa ilusión empezábamos el campamento día 18 de julio y durante los diez días que duró, pudimos comprobar que había valido la pena, no sólo por las instalaciones con las que contábamos, sino por el trato que nos concedieron los dueños, ofreciéndonos todo lo que tenían a su alcance (no podemos dejar de mencionar aquí el nombre de Pedro, el cocinero, un excelente profesional que además es un antiguo afiliado de la OJE).

la idea era explotar al máximo las instalaciones deportivas, el ritmo de campamento demostró que los acampados habían venido preparados para todo, cargados de ilusión y ganas de pasárselo bien, en definitiva el auténtico estilo OJE. La falta de sueño de los mandos, las horas de reunión, el cansancio acumulado, valieron la pena sólo por ver las sonrisas de los chavales que veían reflejado en el campamento el trabajo realizado en sus hogares durante todo el curso.

El devenir del campamento tenía su eje principal en el horario tipo que combinaba timoneles de aire libre y deporte, proeles de todas las ramas, talleres, tiempo de relax en la piscina, cancionero y actividades nocturnas para acabar los días siempre con una sonrisa. Cada día se reunía la Junta Juvenil, lo cual servía para ir tomándole el pulso al campamento minuto a minuto para ajustar las actividades y hacer, de vez en cuando, actividades que los mismos acampados habían pedido.

Destacar también los dos días que compartimos con el campamento del Hogar Nueva España de Madrid. Con ellos hicimos una marcha por grados que resultó todo un éxito: los flechas dieron la vuelta a Tossals Verds y los arqueros subieron al Puig de Sa Rateta El esfuerzo de todos fue loable, nadie se quedó atrás y el cansancio se superó con la ilusión de estar compartiendo un día con gente de OJE de otro campamento contándonos las experiencias y las actividades que cada uno realizábamos.

el día de la excursión a la playa (el segundo día que compartíamos con los "madrileños"), que por suerte no llovió y pudimos disfrutar de un día de diversión todos juntos, culminado con la proyección de una película como actividad nocturna

Y por fin, el último día de campamento, se mezclaban las lágrimas habituales , muchos proeles y timoneles aprobados, los premios a las mejores unidades y el premio al mejor acampado, que por su entrega y buen quehacer se llevó Carlos, un flecha del que todos tenemos mucho que aprender.

Bien, seguro que nos dejamos mil historias que contar, pero el espacio en Maroma es limitado, esperamos haberos hecho llegar sólo una pequeña parte de la ilusión con la que nosotros vivimos esos diez días y esperar que campamentos futuros sean aún mejores.